Helena Acosta: artista y madre a tiempo completo
Helena Acosta: artista y madre a tiempo completo
La protagonista
de esta historia es una mujer preparada con estudios en Venezuela, Barcelona, España
con una vida llena de arte y en la que ha logrado combinarla con su rol de
madre. Vive en los Estados Unidos y nos cuenta su historia llena de grandes desafíos
y emociones. #MiVuelo les presenta a Helena Acosta.
Helena Acosta, venezolana en Estados Unidos
Helena emigró
en dos oportunidades de Venezuela, la primera vez fue en diciembre de 2007,
viajó a Barcelona, España, allá estuvo por 4 años, hizo un post grado en Curatoria
de Arte. Al regresar a su país estaba entusiasmada, de hecho, quería
desarrollar algunas cosas que había aprendido, pero la situación país se hacía
más compleja, la crisis política y social no le permitía avanzar por lo que decide
viajar para conocer a unas primas lejanas en California, entonces sale
nuevamente de Venezuela el 14 de abril de 2014. En esta ocasión Helena se despidió
sin la certeza de volver a ver a su familia, serían unos tres meses, quizás más,
el caso es que han pasado siete años y ha formado una familia lejos de los
suyos.
En Venezuela
Helena había desarrollado algunos de sus proyectos, realizó un festival con el
nombre de “Trae tu propio proyector”, en el que invitaba a artistas jóvenes para
crear un performance de imagen y sonido en movimiento, esto lo hizo en Caracas
por dos años. De forma paralela daba clases en dos institutos de fotografía, en
Caracas y Valencia, viajaba constantemente para cumplir con sus alumnos, también
dio clases en la Universidad José María Vargas, todo esto hasta irse en el
2014.
Cuando Helena
viaja a los Estados Unidos para conocer a sus primas, empieza a averiguar la
forma de quedarse de manera legal y descubre la visa de artista, donde aplican
aquellas personas que sobresalen en el campo de las artes o deportes, con
habilidades extraordinarias, entonces se asesora con un abogado pero al darle
el precio por sus servicios Helena no contaba con el dinero, viajó con sus ahorros
y no eran suficientes, decide investigar y por tres meses le hecho ganas para
aplicar, hizo los pasos para obtener la visa sola. Debía armar un portafolio de
trabajo y no cualquier portafolio, debía cumplir con las exigencias de USCIS, es
decir, de inmigración, imagínense ella tenía 600 páginas, además debía obtener al
menos diez cartas de recomendación de personas reconocidas, luego de tenerlas seguía
el pago correspondiente al trámite y es así como le dan su visa permitiéndole trabajar
por tres años.
Sin duda un
logro importante para Helena, conseguirlo fue todo un sacrificio, además ameritó
reunir el dinero y fue gracias a sus labores como niñera, sí, dijo “cuidé a tres
niños, fantásticos, maravillosos en Nueva York, luego fui asistente de una artista
japonesa en Brooklyn para unos talleres que hacía y ella me recomendó con una
artista chilena que tenía un espacio de arte emergente, allí trabajé por dos
años”.
Así transcurrió
el tiempo entre mudanzas, buscar nuevas oportunidades hasta que Helena decide compartir
su vida con su esposo y queda embarazada, aquí el punto más difícil de vivir
lejos de casa. Dijo “mi embarazo lo pasé muy triste, sola, hablaba con mi gata
Martina, mi esposo trabajaba seis días de la semana, casi no lo veía, fue muy
rudo tener lejos a mi familia, amigas, ese primer año de mi maternidad fue difícil”.
Sin embargo, ya las cosas han mejorado está haciendo amigos y volviendo a sus raíces
profesionales.
Arte y familia
Actualmente
Helena está dedicada a un proyecto de arte que realiza en el patio de su casa con
niños a partir de 1 año de edad, lleva por nombre “JAX Little Art”, así la
pueden ubicar por la red social Instagram @jaxlittleart y Facebook. Desde ese
espacio transmite sus conocimientos de arte a los más pequeños, con pinturas y
otros recursos van desarrollando sus habilidades, pero este emprendimiento no
es el único espacio que helena tiene para poder expresarse, también desea
formar una comunidad donde las madres migrantes puedan compartir su
experiencia.
Asegura que
cada madre tiene sus propias anécdotas y ya ha tenido la oportunidad de hacer
contacto con algunas no solo venezolanas también de otros países de Latinoamérica
para armar un archivo a través del espacio llamado @mamilab este proyecto lo
lleva en conjunto con su amiga Carolina del Valle quien se encuentra en
Bruselas, España. El objetivo es que los casos de muchas madres sirvan para otras
y que puedan sentirse apoyadas, no están solas.
A través de
audios Helena me envío las respuestas para armar este escrito, y en una de esas
notas de voz me reveló que tuvo una conversación que fue clave para que ella
saliera adelante y emprender sus proyectos luego de ser madre, una amiga también
artista la visitó y la motivó mucho, sus palabras el llegaron, luego de ese
reencuentro Helena comprende que sí podía fusionar su parte profesional con el ejercicio
de ser madre, la rutina de cada día y ahora eso es lo que hace.
Gracias
Helena te aplaudo y felicito, logro comprenderte cuando te sentías extraña con esa
nueva etapa de madre en la que creías no volver a hacer lo que tanto te
apasiona de tu profesión, pero ver como logras enlazarlo con tu vida de mamá es
mágico. Gracias por permitirme contar tu historia.
Me despido
hasta la próxima.
Adriana
Henríquez
@migrantesenvuelo
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