Una familia a todo terreno y con mucho melao



Una familia a todo terreno y con mucho melao

Han pasado cinco años desde que salieron de Venezuela, cinco años de haber empacado cuatro maletas, de dejar su vida en el estado Aragua para poder tener una mejor calidad de vida en el país que los recibió. Una decisión nada fácil para los protagonistas de esta historia y los menciono en plural porque para todos así lo fue. #MiVuelo les presenta a Alfonso Rangel y a su familia.

Alfonso Rangel y familia.


   Cada emigrante tiene su historia y esta familia también tiene la suya. Salieron de su país el 30 de junio de 2015. Al llegar a los Estados Unidos, específicamente a la ciudad de Orlando, los recibieron familiares de Eliana Andrade la esposa de Alfonso, lo que fue una bendición tener un techo al menos a donde llegar. Luego de una semana durmiendo en la sala de la casa de los padres de Eliana, lograron rentar un apartamento en la misma zona.

En el 2015 cuando llegaron a los Estados Unidos.

 En esa búsqueda de trabajo, Alfonso empezó como muchos lo hacen en el sector construcción, era en un hospital, en el turno de la noche. Luego Eliana también consiguió empleo, hizo varias cosas, como limpiar casas, atender en la barra de un restaurante, empacar frutas y vegetales en un supermercado latino, en este último estuvo varios meses. Mientras tanto, el cabeza de esta familia, Alfonso, seguía en la construcción, continuó por casi tres años en uno de los oficios mejores remunerados, pero de gran sacrificio.

  Por su parte, allí estaban sus hijos una adolescente preciosa y un príncipe chiquito, bueno ni tan chiquito, que se fueron adaptando poco a poco. “A ellos les pegó mucho el tema del idioma en la escuela, pero ya con el paso del tiempo, aquel llanto de nuestra hija mayor, que era la que asistía a la escuela, se fue convirtiendo en pequeñas metas alcanzadas”.

El más chiquito de la casa.


Creciendo y alcanzando metas 

   En el 2016 Eliana consiguió un mejor empleo, sacó su licencia de bienes y raíces y entró a una compañía de venta de propiedades vacacionales, allí logró hacer carrera todos estos años en el área de ventas, de forma exitosa, gracias a Dios.

Eliana Andrade recibiendo un reconocimiento por su labor.

 
  “En el 2019 y luego de 3 años en la construcción ya un poco cansado del trabajo pesado, decido que es el momento de abrir camino en otro ámbito y empecé a estudiar para sacar mi licencia de real estate e incursionar en el mundo de la venta y renta de propiedades inmobiliarias”. Tras algunos meses y peleando con la barrera del idioma, Alfonso logró obtener la licencia, intentó entrar en algunas compañías hoteleras, hasta que decidió hace un par de meses, conseguir el hogar para su familia y justamente esa era el área a la que quería dedicarse y derribando el miedo por no tener un ingreso fijo, empezó su labor y allí va desafiando los obstáculos, asumiendo los retos, pero convencido que todo lo que se propone lo puede realizar.
@alfonsorangelrealtor

 
   Esta familia es un ejemplo de que las cosas se logran con esfuerzo, dedicación, con amor. Una madre que decide emprender un proyecto cuyo nombre en las redes sociales es @melaoshopbyme para inculcarle a su hija de 16 años lo que es ganarse el dinero, para que tenga las nociones básicas de finanzas, eso es digno de aplaudir.
Eliana Andrade junto a su hija Camila.
  Esta tienda virtual que ofrece accesorios entre otras cosas desde Orlando, Florida, sigue creciendo, quizás como la misma Eliana lo indica la entrada adicional no es mucho por ahora, pero es algo y así se empieza. Así que desde este espacio les deseamos el mayor de los éxitos.

  

Pero esta historia no termina aquí, Alfonso y su bella familia dicen que no ha sido fácil, pero con disciplina, esfuerzo, trabajo en equipo y fe, todo se puede. “Cuando salimos de Venezuela teníamos miedo a dejar nuestra casa, nuestras carreras, esa zona de confort en la que vivíamos”. Pero hoy esta familia ha logrado salir adelante, cumplir sus metas y aunque les falta mucho por recorrer, siguen confiando en este acto de fe como lo es emigrar, siempre con Dios, también confiando en uno mismo, en la familia unida para lograr todo lo que se propongan.

  Gracias Alfonso y Eliana, por permitirnos contar su historia, estoy segura de que faltaron muchas cosas por detallar de esta travesía, pero lo más importante está plasmado. Ustedes conforman una familia que juntos libran cualquier batalla, porque a través de sus ojos podemos ver esos corazones llenos de amor y las ganas de salir adelante.

  A ustedes que leen esta historia, les pido se contagien de la buena vibra de esta familia, que le impriman amor y un poco de melao a todo lo que hagan. Besos

Se despide,

Adriana Henríquez
@migrantesenvuelo 


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