“Me senté con mis papás y les dije: me voy a Medellín”
“Me senté con mis papás y les dije: me
voy a Medellín”
Su “Plan A” no se le dio, entonces optó por el “Plan
B”, que era estudiar en Medellín para lograr quedarse en Colombia legalmente
por dos años. La protagonista de #MiVuelo es una venezolana de 32 años, Licenciada
en Educación, una mujer que ama profundamente lo que hace y que tiene siempre
presente a Dios. Su “Plan B” le permitió emprender lo que hoy se convirtió en
su marca. Les presento a Loreana Bello González.
Loreana Bello González |
Fue el 6 de septiembre del 2015, cuando Loreana
emigró a Medellín, Colombia. Nació en Maracay Edo. Aragua, y en el momento de
tomar la decisión de irse vivía en Barinas. Asegura que no fue fácil, le tomó
un año entero considerarlo y planificarse. El deseo de tener una mejor calidad
de vida fue la principal razón de dejar el país. Disfrutaba mucho lo que hacía,
pero por más que trabajaba y trabajaba, no lograba tener estabilidad económica.
Tenía tres trabajos, uno como docente de la
Universidad Santa María en la carrera de Comunicación Social, núcleo Barinas.
También trabajaba por horas en una empresa realizando perfiles de personalidad
para selección de personal. Pero el proyecto más importante para Loreana en aquella
época, era un Centro de Atención Psicológica y Psicopedagógica que junto a una
amiga y unas colegas habían decidido establecer, esa fue la principal razón que
la llevó a mudarse a la ciudad de Barinas.
Loreana comentó que su papá le decía constantemente “esto
se va a poner cada vez más difícil”, “piensa ¿a dónde te quieres ir?, ¿qué
quieres hacer?”, esas preguntas le retumbaban, su papá es uno de sus
principales consejeros y escucharlo decirle eso le daba como un peso fuerte a
la idea de considerar emigrar. Dijo, “oré mucho, soy Cristiana Adventista del
séptimo día, creo en Dios, y para mí siempre es importante sentir su dirección,
así que oré y dejé que Dios también me dirigiera y mostrara”.
En el año 2014, una de sus mejores amigas emigró a
Medellín, y ese mismo año, unos meses después, decidió tomarse unas vacaciones
para visitarla, no conocía Medellín. Destacó que su amor por la llamada “ciudad
de la eterna primavera”, fue “amor a primera vista”, dijo que es una ciudad de
fácil moverse, acogedora, moderna, con opciones educativas y la gente súper
amable. Allí en ese mes de vacaciones le sucedieron cosas que le hicieron
pensar que era posible irse a Medellín y hacer vida profesional, las tomó como
señales de Dios. Lo que más le preocupaba de emigrar era no poder seguir
ejerciendo su profesión, pensar en hacer otra cosa no le emocionaba. Durante
ese mes de vacaciones, “Dios me abrió las puertas, hice contactos que salieron
de la nada, asistí por casualidad y de forma gratuita a un congreso de
educación infantil que me permitió conocer un poco las políticas educativas,
tuve una entrevista en un colegio con una posible opción de trabajo para cuando
decidiera venirme a Medellín”, señaló. Así fue y al regresar a Venezuela se
sentó con sus papás y les dijo, “me voy a Medellín”.
Loreana y sus padres |
Lo primero que hizo al llegar a Colombia fue empezar
a contactar a la persona que le había ofrecido la posibilidad de trabajo, era
su “Plan A”, pues con ese empleo aplicaría a una visa de trabajo. Pero, esa
persona de la noche a la mañana desapareció. Tenía tres meses para estar en
Colombia como turista, y le tocaba aprovechar ese tiempo y resolver. Insistió
en su “Plan A”, buscar trabajo, recorrió muchos lugares para entregar su hoja de
vida, pero nada. Entonces puso en marcha el “Plan B”, expresó “comencé a buscar
opciones de estudio y conseguí la especialización en Neuropsicopedagogía
Infantil, aplique me aceptaron en la universidad y pude obtener visa de
estudiante por dos años”. Loreana asegura que fue la mejor decisión que pudo
tomar, porque hacer ese estudio la preparó para desarrollar su emprendimiento.
Sin duda Loreana se las trae, mientras estudiaba la
especialización, trabajaba de forma independiente con algunos niños como tutora
de homeschool, así poco a poco se dio a conocer, otras colegas le remitían
niños, y también fue creciendo su marca personal: “Neuropsicoaprendo”.
Actualmente trabaja de forma independiente, a domicilio, ofreciendo evaluación
e intervención en neuropsicopedagogía con el objetivo de potencializar las
capacidades de aprendizaje de niños, niñas y adolescentes. Forma parte de una
red de profesionales @clicking4kids.
Su marca personal nace del deseo dar a conocer lo
que es la neuropsicopedagogía, además demostrar que aprender es divertido,
dejando a un lado paradigmas tradicionales, resaltando el potencial de cada
niño. Es la manera de empoderar a las familias para que puedan involucrarse en
el proceso de aprendizaje de sus hijos y de contactar a otros especialistas.
La pregunta obligada para Loreana, ¿Qué extraña de
su país? Y la respuesta no pudo ser otra que las playas, también extraña las
empanadas de pabellón en El Palito bajando a Puerto Cabello, el pan francés, la
pasta seca de panadería, su carro y la poca familia y amigos que aún tiene allá.
Gracias Loreana por permitir contar tu historia,
sabemos que no es fácil emigrar, y para ti lo más difícil fue reinventarte de
tal forma que te sintieras cómoda, que siguieras tú propósito de vida, y hacer
de ello la nueva zona de confort. Te has ganado el corazón y confianza de
familias que hoy te permiten entrar a sus casas y trabajar con sus pequeños.
Gracias por ser parte de nuestro del grupo de mujeres emprendedoras, una
alianza que no se detiene y brilla con éxito.
A ustedes que leen, les recuerdo que, así como
Loreana pudo lograr con éxito retomar su pasión laboral y emprender #TuSiPuedes
Hasta la próxima historia.
Se despide,
Adriana Henríquez
@migrantesenvuelo
Adriana Henríquez
@migrantesenvuelo
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